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Pazos de Galicia. De pazo en pazo recorriendo Pontevedra.

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Si vienes a Galicia y quieres conocer su pasado más señorial te recomiendo que visites alguno de los pazos que salpican la tierra. En este post viajaremos al pasado a través de algunos de los pazos más impresionantes de la provincia de Pontevedra.

Del latín Palatium ya en el siglo XII aparecen algunas referencias a los pazos en poemas galaico-portugueses. Aunque su construcción fue notable entre los siglos XVII y XIX. Estas casas señoriales han sufrido mejor o peor suerte desde entonces. Algunos pazos son hoy cuidados alojamientos y lugares de celebración de eventos, otros (los menos) siguen perteneciendo a la familia original y en muchos casos se han convertido en bodegas de conocidos vinos gallegos.

Fueron (y son) famosos por su construcción en piedra y por sus jardines, por sus fachadas con escudos familiares y sus árboles milenarios. Servían para representar el poder del señor sobre el territorio y eran admirados por el pueblo como casas inalcanzables en las que se reunían políticos, artistas y notables de la época.

Dice el refrán que si tiene "Capilla, palomar y ciprés. Pazo es". Asi lo veremos en los que visitaremos a continuación.

Pazo Quiñones de León

VIGO (PONTEVEDRA)
 

Dentro del parque de Castrelos encontramos el Pazo Quiñones de León una de las visitas imprescindibles que hacer en Vigo. También conocida como la Finca de la Marquesa, ya que en realidad su propietaria fue Milagros Elduayen, la octava marquesa de Valladares. Murió joven, al igual que su hijo, por lo que las tierras pasaron a manos de su marido Fernando Quiñones de León.

En el exterior destaca la rosaleda, el laberinto del jardín inglés o el bosquecillo de bambú. Esculturas de piedra salpican los jardines hasta llegar al palomar. Cerca de él, los restos de la primera pista de tenis de Galicia nos recuerdan los tiempos mejores del pazo, cuando la clase alta se reunía para jugar y pasar las tardes.

El edificio principal del pazo puede visitarse por dentro. Las múltiples estancias albergan obras de arte gallego, así como salas dedicadas a la historia de Vigo. La donación de Policarpo Sanz hizo que la pinacoteca del pazo tenga una interesante colección, otro motivo más para visitarlo.


 

Pazo de Oca

A ESTRADA (PONTEVEDRA)
 

Visité el Pazo de Oca un día de invierno. Pero el gris daba un encanto especial al lugar y las figuras de boj parecían cobrar vida apareciendo entre la niebla.

Situado cerca de A Estrada, los orígenes del pazo datan del siglo XII. Está abierto al público salvo cuando los herederos de la familia Medinacelli visitan Galicia. O cuando se convierte en el escenario de alguna boda o rodaje, como sucedió durante la grabación de algunas escenas para La Piel Que Habito (2010) de Pedro Almodovar.

La piedra y el agua son los grandes protagonistas de Oca. Destaca el estanque dividido en dos partes que representan el infierno y el paraíso; el molino de dos piedras y el precioso paseo de los tilos, diseñado por el jardinero del Palacio Real en el siglo XIX. Además el pazo está también dentro de la Ruta de la Camelia.


Torre de la Moreira

ARBO (PONTEVEDRA)
 

Las vistas desde este pazo son uno de sus grandes atractivos. La ubicación del pazo o torre de la Moreira no fue casual, ya que desde sus tierras se controla la frontera natural que el río Miño hace entre Galicia y Portugal.

No le faltan el palomar, el cruceiro o la capilla dedicada a la virgen del Carmen. Una elegante entrada y unos balcones de aire romántico son algunos de los elementos señoriales de la casa, mientras que las ventanas saeteras y las torres de vigilancia recuerdan el carácter defensivo del pazo. De poco sirvieron en la batalla de Mourentán, cuando los franceses incendiaron la zona, perdiéndose así el archivo histórico de la finca.

En estas tierras, la lamprea comparte protagonismo con los vinos de las bodegas que hoy ocupan este pazo. Los hermanos Peláez continúan el sueño de su padre, quien cambió Bouzas por la localidad pontevedresa de Arbo para dedicarse al cultivo de la vid.


 

Pazo de Rubiáns

VILAGARCIA DE AROUSA (PONTEVEDRA)
 

Tener un apeadero de tren en tu propio pazo es algo que pocos pueden contar. Una muestra más del poder y riqueza de los habitantes del pazo de Rubiáns. Uno de los pocos pazos que siguen perteneciendo a la misma familia que antaño (Ozores) y el único señorío gallego que cuenta con el título de Grandeza de España.

En el interior del pazo hay objetos que recuerdan a sus inquilinos más lejanos, como la balanza de bronce con la que pesaba el oro el que fue virrey de Perú, Antonio José de Mendoza Caamaño y Sotomayor. Mientras que en la capilla es San José quién sostiene al niño, un detalle poco habitual por lo que nos contó el guía con el que hicimos la visita.

La protagonista de Rubiáns es la camelia, hay más de ochocientos tipos de esta flor, siendo por ello de los pazos más visitados dentro de la Ruta de la Camelia que hay por Galicia. Paseando por el exterior, diseñado por un paisajista francés en el siglo XIX, podemos elegir entre viñedos, bosque o jardines. Perdernos en el laberinto de boj o descansar bajo el emparrado en el estanque de las ranas.


 

Pazo de Baión

VILANOVA DE AROUSA (PONTEVEDRA)
 

En Vilanova de Arousa podemos visitar la antigua Granja Fontán. Las tierras dedicadas a cereales y a servir como pasto para las vacas, forman parte hoy de uno de los pazos más conocidos (y mediáticos) de Galicia.

Construído en el siglo XV, por el pazo Baión han pasado habitantes y visitantes de lo más variado. Desde los Condes de Priegue hasta el juez Garzón (en helicóptero y acompañado por 350 policías), pasando por Manuel II, el último rey de Portugal, y sin olvidar a Adolfo Fojo. Éste tras volver de hacer fortuna en Argentina, compró el pazo en 1915. Suya fue la idea de construir una nueva planta y las dos torres victorianas tan características del pazo. Aunque falleció antes de verlo terminado.

En la actualidad Baión pertenece a la Cooperativa Condes de Albarei, una de las catorce bodegas fundadoras de la Denominación de Origen Rías Baixas. La antigua vaquería es ahora un salón de eventos y banquetes, mientras que la reforma de la bodega en 2008, le supuso a César Portela el Premio Nacional de Arquitectura.


Pazo Gran Bazán

VILANOVA DE AROUSA (PONTEVEDRA)
 

También en Vilanova de Arousa, el pazo Gran Bazán destaca desde lejos por su revestimiento de azulejos azules. Un guiño a Portugal que hizo Manuel Otero, el fundador de esta bodega dedicada al albariño.

A la construcción de los años '80, se le añadieron elementos de edificaciones más antiguas para darle mayor aspecto señorial. Por la "juventud" de su construcción dudé a la hora de incluirlo en este artículo, además (aún) no le he visitado. Pero no he podido resistir por su original apariencia azul y el carácter pionero de la bodega, que cuenta con licencia de productos veganos.


 

Pazo de Lourizán

LOURIZÁN (PONTEVEDRA)
 

Una foto de la fachada de Lourizán bien podría pasar por un palacio francés. El pazo que perteneció al político Montero Ríos es el que se encuentra en peor estado de conservación, pero sigue siendo, para mi gusto, el más bonito de la provincia.

Durante la visita hay que emplear la imaginación porque no se puede entrar en el edificio principal. A él llegamos tras subir la elegante escalera de piedra, donde nos esperan las esculturas que cada tanto aparecen pintarrajeadas. Dejamos atrás la fuente de la Concha o la de los Tornos, son ambas del siglo XVIII y acompañan al antiguo lavadero en el concierto de agua corriente que provocan. El único ruido que oímos durante la visita.

Son muchos los puntos interesantes de Lourizán. El palomar que encontramos tras atravesar el bosque de las Comunidades Autónomas, la histórica mesa de piedra sobre la que Montero Ríos debatía asuntos de estado, o el precioso invernadero, adornado con las flores fucsias de las buganvillas que lo rodean. Sus árboles centenarios y sus tranquilos jardines son otra de las excusas para visitar la antigua granja de la Sierra.


 

¿Os ha gustado el paseo? ¿Conocíais estos pazos? Es difícil elegir pero en un viaje por estas tierras os recomiendo incluir al menos uno en vuestro itinerario.

Me quedan aún muchos pazos por visitar en la provincia de Pontevedra. Pendientes están Fefiñáns en Cambados o el pazo A Saleta en Meis entre otros. Así que esté post irá creciendo a medida que los vaya conociendo. Si tenéis alguna recomendación os agradezco de antemano si me dejais un comentario con ese pazo que no debería perderme.


 

Aquí os dejo artículos sobre algunos de los pazos mencionados, por si quereis conocerlos un poquito mejor.
*PAZO de OCA (A Estrada)
*FINCA de la MARQUESA (Vigo)
*PAZO de RUBIÁNS (Vilagarcía de Arousa)

6 Comments

  1. La verdad es que conocemos poco de Galicia más allá de las rías y las grandes ciudades. Estas ruta alternativa de Pazo en Pazo parece de lo más interesante. Si que este de Lourizan casi que te transporta a los Castillo del Loira. Hasta el nombre tiene un cierto sabor afrancesado. Sin embargo, el que más me ha gustado es el Pazo Quiñones de León, que dices que alberga un conjunto de obras de arte gallego. Apuntado queda!

  2. Hola!
    Sólo conozco el Pazo de Oca. Así que tengo faena… jeje
    Me parece un post muy necesario, pues considero que los pazos son un patrimonio gallego muy importante y característico. Además como bien mencionas, la vegetación, los jardines, el agua y esa piedra es digno de pasear y una forma de conocer la diversidad de diferentes especies de vegetación. Son conjuntos paisajísticos. Supongo que no debe ser fácil conservarlos, porque las herencias, gastos, etc hará que hayan también abandonados algunos, ¿no?
    Me gusta que nos muestres tu tierra, de la que hay tantísimo por conocer que aunque vaya mil veces siempre tendré motivos para volver.
    Un abrazo.

  3. JOSE D. dice:

    De todos los pazos que mencionas sólo conocemos Quiñones de León, y sin duda nos encantó. Eso sí, nos has dado una lista completa para conocer. Un pazo con su propio apeadero, sin duda sólo por eso el Pazo de Rubiáns merece una pequeña visita. Quizá el que menos nos llama la atención es el Pazo Gran Bazán, probablemente por la frase que dice Noelia “si tiene menos de 100 años es demasiado moderno”. El Pazo de Oca sin embargo ha acaparado tanto nuestra atención que hemos devorado tu artículo sobre el. esperamos poder volver a Galicia pronto y visitar más de estos mágicos lugares.

  4. Hola Maruxaina!
    Hemos estado buscando info sobre la zona de las Rías Baixas porque, aunque yo fui hace años (y creo que no visité ningún pazo), nos gustaría ir el año que viene, si todo va bien.
    Con lo que nos gusta a nosotros la historia, sin duda incluiremos algunos de estos pazos en la provincia de Pontevedra en la ruta.
    De los del post, querríamos ver la Finca de la Marquesa, pues al estar en Vigo parece el más accesible, y la mezcla de bosque inglés con bambú, en Galicia, tiene que ser muy curiosa. La Torre de la Moreira llama la atención por su localización y su historia, y por supuesto, anotado el Pazo de Rubians, con estación de tren y todo!
    ¿Cuántos días recomendarías para una ruta por la zona?
    ¡Por cierto! Muy chulo lo de “capilla, palomar y ciprés, pazo es” 🙂

  5. Kris dice:

    Guau… magnífico. Ahora ya sé el modo de identificar un pazo: “Capilla, palomar y ciprés. Pazo es”. Me parece una fantástica muestra de pazos gallegos en los que nos vas descubriendo secretos de este tipo de casonas. Impresionante que algunas sigan perteneciendo a la familia de toda la vida, tanto como esa que cuenta con un apeadero en el pazo. Si es que el dinero no se puede ocultar 🙂
    Lo de las camelias me ha llevado a un libro que terminé hace poco (Todo esto te daré, de Dolores Redondo). Un pazo forma parte de la historia al igual que las camelias que en él se cultivan.
    Un abrazo y gracias por llevarnos de pazo en pazo.

    • Maruxaina Bóveda dice:

      Hola guapa,
      Muchas gracias a ti por tu comentario 🙂
      Lo del apeadero a mí me dejó loca…Qué lujazo, ¿imaginas? El hecho de que sigan perteneciendo a la misma familia me parece bonito aunque son menos los casos, la mayoría han sido vendidos y ahora son pequeños hoteles y bodegas.
      Anotado el libro de Dolores Redondo que me ha dejado intrigada si se ambienta en un pazo…
      Tienes tarea en tu próximo viaje por aquí 😉

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