Nuestro último día en París lo habíamos reservado para ir al cementerio Père- Lachaise. Si normalmente ya me gusta visitar los cementerios de los sitios a los que viajamos, cuánto más este, conocido por ser donde están enterradas muchísimas personas interesantes como Oscar Wilde o Jim Morrison.
Fuimos caminando y encontrando calles preciosas, detalles que no aprecias si recorres la ciudad en autobus o en metro. Además el tiempo era perfecto, estábamos en mayo y habíamos decidido que sería un fin de semana a pie por París.
El cementerio de Père-Lachaise es la necrópolis más grande de París y la más visitada del mundo. Lo mejor es hacerse con un plano para no perderse entre las 70.000 mil tumbas. Yo lo llevaba de casa, medio estudiado, pero también lo venden en la entrada.
El nombre del cementerio es un homenaje al confesor de Luis XIV, François d'Aix de La Chaise. El arquitecto fue Alexandre T. Brongniart y a Napoleón le gustó tanto el resultado, que le encargó el diseño del edificio de la Bolsa. También conocido como Palais Brongniart en su honor ya que falleció antes de verlo terminado. Está, como no, enterrado en el cementerio que le dio la fama.
La verdad es que si te lo parabas a pensar resultaba algo tétrico lo de ir con el plano buscando tumbas pero cuando llegamos entendí por qué. Ha sido ampliado más de cinco veces, actualmente ocupa 44 hectáreas, es como un gran bosque y sin demasiadas indicaciones, por lo que no es aconsejable para aprensivos con estos temas y menos en tardes oscuras de invierno.
La entrada es gratuita pero es de esos lugares en los que no me importaría pagar si ello contribuyese a una mejor conservación porque parece bastante abandonado. Aunque sería un lugar de rodaje perfecto para una película de Tim Burton.
Cuando fue abierto, en 1804, a los parisinos no les hizo ninguna gracia porque estaba en las afueras de la ciudad. Años después con tan sólo dos mil tumbas se pensó incluso en lanzar una campaña publicitaria. El traslado de los restos de Molière, La Fontaine o los amantes Eloisa y Abelardo (1817) y la aparición del cementerio en la novela de Balzac (Le Pére Gariot,1835) lo hicieron popular y fue perfecto para que la élite parisina cambiase de opinión.
El paseo resulta muy agradable, como si se tratase de un gran parque. Largas avenidas arboladas y un museo al aire libre con esculturas y mausoleos verdaderamente impresionantes.
En una de las zonas, vimos muchas tumbas de victimas de la 2 ª Guerra Mundial, momumentos en memoria a los fallecidos en la guerra civil española o en los campos de exterminio nazis.
Entre las celebridades de la música más destacadas se encuentran Maria Callas, Bizet, Chopin o Georges Moustaki. Aunque sin duda nosotros buscabamos a Jim Morrison.
Con plano y todo nos costó encontrarlo, porque yo iba con la foto que había visto miles de veces en la cabeza. Pero resulta que ahora ya no tiene el busto del cantante, sino solo una placa con su nombre y además la tumba está rodeada con una valla de seguridad. Es la única de todo el recinto, para evitar el excesivo número de cosas que sus fans le dejaban, cigarrillos y botellas de whisky sobre todo. Me quedé bastante decepcionada la verdad, hicimos unas fotos y tras unos minutos de charla con él seguimos camino.
Jim Morrison. James Douglas Morrison Clarke murió en París a los 27 años. Se había retirado en la ciudad francesa donde se dedicaba a escribir poesía. El 3 de julio de 1971 entraba en el Club de los 27, junto a Kurt Cobain, JImi Hendrix, Janis Joplin o más recientemente Amy Winehouse. Todos cumplían la frase de James Dean: Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver. Cantante del grupo The Doors, es uno de los iconos de la música del siglo XX. Morrison era único en sus directos, sus bailes de chaman, sus letras y actitud hipnotizaban pero también le supusieron que muchas ciudades de EEUU le prohibiesen actuar. En su lápida una frase en griego resume su corta vida. ΚΑΤΑ ΤΟΝ ΔΑΙΜΟΝΑ ΕΑΥΤΟΥ que podría traducirse como fiel a su propio espíritu o cada uno es dueño de sus propios demonios.
Nos encontramos con Auguste Comte y recordé mis apuntes de instituto. Cuánta lata me dio estudiarlo...A él se le atribuye la tan usada frase querer es poder, fiel defensor del conocimiento como arma de influencia sobre el resto de aspectos.
También están enterrados en Père-Lachaise pintores como Delacroix o Modigliani, y grandes del cine como Chabrol o Marcel Camus.
Sin duda la tumba de Edith Piaf es una de las más adornadas con flores pero la de Oscar Wilde llama la atención. Está completamente llena de besos pintados con barra de labios, corazones, frases suyas y mensajes de sus admiradores. Yo no pude resistirme a dejar también mi nota de papel.
Era ya la hora de cierre, hubiese seguido un par de horas más paseando entre tumbas. Me encantó el sitio y reafirmó mi idea de que visitar un cementerio es también una buena forma de conocer un lugar. Su pasado, cómo eran sus gentes, una gran clase de historia, sociología y antropología juntas. Se trata de esas visitas que repetiría sin dudarlo.
14 Comments
El tamaño de este cementerio lo dice todo. Tan grande que entiendo perfectamente que con plano y todo resulte complicado localizar una tumba completa. Me ha gustado su historia, cómo cambio de ser un lugar criticado a convertirse en el sitio deseado para pasar la vida eterna de los parisinos. Lo que puede hacer un poco de publicidad o un libro publicado en el momento adecuado. ¡Un abrazo!
Gracias Cris 🙂
La historia del cementerio sí es interesante, creo que fue algo habitual en Europa por aquellos tiempos que al principio se criticasen por la ubicación para después hacerse famosísimos.
Es de esos lugares de París que tengo muchas ganas de revisitar…
Un abrazo guapa.
Père-Lachaise fue una de las visitas que nos quedó pendientes ¡¡y eso que estuvimos más de una semana en París!! Para nosotros en parte el abandono que sufre Père-Lachaise es parte de su encanto. Más que tétricos pensamos que ese tipo de cementerios tienen un punto gótico y decadente que los hace todavía más interesantes… Por cierto, a mi me gusta más visitarlos en días grises o lluviosos. Coincidimos en que la tumba de Jim Morrison defrauda un poco, probablemente por los actos “vandálicos” con mejor o peor intención que sufría. De todas maneras me ha encantado y tenemos ganas de volver a París para esta visita pendiente.
Hola Jose,
Pues en vuestra próxima visita a París teneis que visitar Père-Lachaise. Además seguro que ahora el cementerio está más arreglado y mejor indicado. Aunque coincido con vosotros en que ese punto decadente tiene su atractivo.
Yo fue una de las visitas imprescindibles que tenía anotadas para mi primer viaje a París. En las siguientes visitas conocimos otros dos cementerios de la ciudad que también merecen mucho la pena 😉
¡Saludos!
En nuestros últimos viajes nos hemos aficionado a visitar cementerios: en Washington, en la Bretaña Francesa y Normandía…. La verdad es que en algunos se encuentran verdaderas obras de arte, con tumbas y panteones que parecen monumentos.
El cementerio Père- Lachaise no lo conocemos todavía, así que nos lo apuntamos para la próxima vez que vayamos a París. Eso sí, reservaremos un buen rato, porque… ¡70.000 tumbas! Debe ser enorrrrrme, jeje.
Saludos.
Los tres que citáis los visitaría sin duda. Para mí, los cementerios también son como grandes museos al aire libre. Cuando volváis a París tenéis que visitar Père-Lachaise y también el de Montmartre, es impresionante…
¡Un saludo!!
Amo los cementerios y este que no conozco aun está en el número uno de los que deseo conocer hace años!
Supe de su existencia por Jim Morrison, enterrado allí y con fan de The Doors, uf, tengo qué ir! 🙂
Te dejo un abrazo y el deseo de que sigan los buenos rumbos!!!
Hola Juan,
Muchas gracias por tu comentario 🙂
Como dices, como fan de he Doors no puedes perderte visitarlo en tu próximo viaje a París. Si te gusta visitar cementerios te recomiendo también el de Montmatre…Precioso!
Un abrazo.
Lo del turismo de cementerio va a más.
Estupendo post, me ha encantado.
Saludos viajeros
LoBo BoBo
Muchas gracias Paco.
Sí que el llamado Turismo Necrológico ha aumentado mucho los últimos años. A mi me parece una forma más de conocer el lugar que visitamos.
¡Un saludo!
¡70.000 tumbas y 44 hectáreas! Había oido hablar mucho de este cementerio, pero no sabía ese dato, asi que yo me imaginaba un cementerio pequeñito repleto de ilustres (algo así como un cementerio VIP), pero por lo que cuentas veo que no es así en absoluto y que hasta se pierde uno por él ¡Interesante!
Hola María,
Pues cuando volváis a París ya sabes 😉
Yo tampoco sabía que era tan grande y sí es posible perderse entre las tumbas, así que mejor ir con el mapa!
Un abrazo y gracias por la visita.
Hola Paularociio,
Muchas gracias por tu comentario 😉
Siento decirte que mi viaje fue anterior al tuyo , asi que imagino que los paneles de vidrio siguen puestos …
Yo el día que lo visité hacía sol y parecía un parque precioso la verdad , pero me lo imagino de tarde – noche en invierno y sí que es perfecto para la peli , y con los cuervos ya … !!!
Un saludo 😉
¡Que bueno saber que le sacaron los paneles de vidrio que tenía la tumba de Oscar Wilde! El año pasado fui y no pude dejar mi besito marcado, una lástima 🙁
La verdad que si, está un poco descuidado, si no tienes mapa (como yo) puedes terminar en cualquier lado… y los cuervos, ¡por favor los cuervos! Como dices, era como estar en una película de Tim Burton jajajaja ¡Saludos!