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Turismo Industrial, una forma diferente de conocer Ferrol Terra (Ferrol, días 1 y 2)

Galicia vista por no gallegos (1ªParte).
septiembre 29, 2015
Galicia vista por no gallegos (2ªparte)
octubre 9, 2015
 

Jueves, 1 de Octubre 2015.


 

Octubre no podía haber empezado mejor, recién llego de pasar unos días en Ferrol Terra, la comarca coruñesa que esconde playas interminables, lugares con leyendas y pueblos de gentes amables.

Desde el puerto de Cedeira hasta el Lago das Pontes. Molinos, faros, conserveras de casi cien años e incluso un viaje en el tiempo en el Museo de la Construcción Naval.

 
 

En la recepción del hotel Carrís Almirante, situado en pleno centro de Ferrol, conocí al genial equipo con el que pasaría esos tres días. Hubo momentos de lo más divertidos, muchos kilómetros, risas, conversaciones interesantes, fotos y ganas por parte de todos de repetir y seguir conociendo la zona.

Siendo en Galicia no podíamos empezar de mejor manera que con una estupenda cena en el Restaurante Gavia del hotel. Otro punto destacable del fin de semana lo bien que hemos comido, platos de cuidadas presentaciones, postres deliciosos, desayunos con muchísima fruta y una atención excelente.

 

 

Viernes, 2 de Octubre 2015.


 

El puerto de Cedeira nos recibió muy tranquilo la mañana del viernes, fue nuestra primera visita antes de subir hasta la Garita de Herbeira. Es el punto más alto de la Cosa da Capelada y al igual que el día que visité Ézaro, la niebla impidó que pudiesemos disfrutar de las increíbles vistas y de sus acantilados. No se veía absolutamente nada.

Es un lugar al que sin duda volveré porque allí cerquita está la iglesia San Andrés de Teixido (quen non vai de morto...) y también el lugar donde está enterrado mi querido Ashley Wilkes, el lánguido pelirrojo de Lo Que el Viento se Llevó.

 
 

Mi primera experiencia de Turismo Industrial hizo que descubriese una Galicia en la que todavía podemos encontrar empresas de larga tradición familiar, con personas en lugar de robots, señoras que hacen a mano riquísimas mermeladas, y recuerdan a la casa de la abuela, y sobre todo mucho cariño al hablar de sus productos.

Adaptándose a las nuevas tecnologías, las latas de atún o mejillones de toda la vida comparten estantería con las nuevas conservas vegetales e ingredientes nuevos. En La Pureza además de encantarme la mermelada de tomate me enamoraron las antiguas fotos y como no la preciosa máquina de escribir.


 
 

Nuestra ruta conservera nos llevó de la tradición a lo más novedoso con los chicos de Mar de Ardora en Ortigueira. Auténticos apasionados de las algas que ellos mismos las recogen.

Sergio y Alberto llevan algo más de un año comercializando verduras de mar. Durante la súper explicación, me enteré y aluciné con todas las buenísimas propiedades que tienen. Son anticancerígenas y tan sólo contienen un 1% de azúcares por ejemplo. Pudimos probarlas y la verdad es que las tendré en cuenta en mi dieta desde ya, porque además pueden comprarse en su tienda online.


 
 

Por la tarde, nos acercamos a As Pontes, un lugar sobre el que escribiré con más calma en otro post, porque es un lugar realmente curioso. Llamado por algunos el Springfield gallego por las dos enormes torres de la central térmica, su mina reconvertida en lago con playa incluida y zonas verdes contrasta tantisimo con los hierros, humos y la interminable chimenea de 356 metros de altura.


 
 

El peor y más temido momento del viaje llegó con la visita a Xaraleira, dudé mucho sin entrar o no por muchos motivos pero soy de la opinión que hay que conocer todos los puntos de vista para tener una visión más amplia de las cosas. Y tras asegurarme que los animales no eran usados para testar productos y leer algunos artículos en internet, me puse el traje, gorro y mascarilla para adentrarme en el mundo dela cría de ratones, ratas, cobayas y conejos. Reconozco que lo pasé mal y no pude acercarme ni hacer fotos de los primeros animales que menciono y me da hasta repelús repetir su nombre.

El día terminó con un agradable paseo por el Poblado das Veigas, una particular zona residencial para los trabajadores de la central, muchas historias de infancia y una bilbioteca en la que me habría quedado sino fuese porque aún quedaban dos días para seguir descubriendo la comarca Ferrol Terra.

Todo fue más fácil por lo amena que hizo la visita el Hamelin de la zona, José Vilaboy, que convirtió su aficción y simpatía por estos animales desde pequeño en el garaje de su madre a un negocio lider en Europa.


 
 

Nos esperaba un sábado de playas, el relajante paseo por un tramo del Camino Inglés, las increíbles historias contadas por la súper guía Isabel (interesante no, lo siguiente) y muchas historias más que os iré contando...Porque de Ferrol Terra ¡¡¡hai moito que contar!!!


 

9 Comments

  1. La verdad es que no recordaba que hubieras realizado esta ruta y me parace de lo más intersante. A mi el turismo industrial me gusta mucho, tanto el histórico, con antiguas minas o colonias obreras como el actual, cervecerías artesanales incluidas. Yo creo que tampoco lo hibiera pasado nada bien en Xaraleira!

  2. Gaolga dice:

    Que rica se ve la comida del restaurante 🙂 a ver cuando vamos a visitar Galicia!

    Saludos…

  3. Cris dice:

    No conozco Ferrol aunque dan ganas. Desconocía lo de Xaraleira 🙁 Lo mejor la comida jeje
    Saludos!

  4. Cristina dice:

    Sin duda una ruta turística de lo más peculiar…Si alguna vez voy espero encontrarme con ese Hamelin del que hablas.
    Un abrazo fuerte

  5. Patri dice:

    Pues sí que es interesante, sí, nunca he estado en Ferrol y como dices lo de “Sprinfield” de Galicia la verdad que me lo imaginaba así, muy industrial, pero luego veo que eso no tiene por qué ser malo y con visitas de interés… Y esa comida gallega, ¡qué pinta tiene! Ganas de volver 🙂
    Besazos

  6. Mauxi Leal dice:

    Quién hubiera imaginado que Ferrol podía ser tan interesante. Me han gustado mucho las fotos, pero especialmente los detalles de esa industria todavía artesana. Y qué decir de la comida! Qué buena pinta tenía.

    • Maruxaina Bóveda dice:

      Jajaja, Mauxi a mucha gente le pasa lo mismo con Ferrol. Pero sí, es una ciudad tranquila que creo te gustaría. Además de por nuestra gastronomía claro.
      Un abrazo y cuando vengas a Galicia no dudes en avisarme 🙂

  7. mar dice:

    Interesante visita a Ferrol, no lo conozco y lo tendré en cuenta en mi próxima visita a Galicia

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