Galicia vista por no gallegos (1ªParte).

Coincidí con esta pareja de viajeros en Plasencia, compartir casa con ellos fue realmente divertido. Me gusta Viajamos Juntos por sus destinos, sus fotos y el humor con el que Dennys y Kate cuentan sus viajes.

En uno de nuestros viajes por Galicia descubrimos un paraíso de relax en medio de un bosque, con vistas a la montaña, a tan sólo 35 kms de Ourense y 6 kms de Ribadavia. Se llama Termas de Prexigueiro. Es una zona de cómodas piscinas con aguas termales de diferentes temperaturas que para nosotros fue un complemento ideal después de varios días pateando los senderos de Galicia.

Digo “en uno de nuestros viajes por Galicia”, porque volvemos mucho, nos encanta esta tierra verde con tantos contrastes y diferentes posibilidades y donde nunca nos aburrimos. Si estamos hartos de las garrapatas de los bosques del interior, nos vamos a hacer turismo rural para descubrir iglesias más extrañas y desconocidas; si las campanillas de las vacas nos llegan a molestar, nos escapamos a la costa, exploramos poblados celtas, buscamos dólmenes perdidos entre eucaliptos, nos quedamos tardes enteras en la playa esperando a que se ponga el sol… los atardeceres como aquí, en ningún lugar de España. Y si nos sentimos solos… empezamos a hablar con la gente, aunque parezcan fríos y antisociales, es sólo una primera impresión, en realidad son personas muy cariñosas y les encanta compartir su amor por las tierras gallegas y convertir a los turistas en su “religión”. Creo que con nosotros lo consiguieron ya hace tiempo...

De Málaga son Ismael y Mari Carmen, su blog lo conozco desde hace poco pero ya está entre mis favoritos, me gusta porque dan mucha información de sus viajes y siempre descubro algún lugar nuevo.

Hay dos lugares que nos encantan de Santiago de Compostela, uno de ellos es muy obvio y el otro no tanto. La catedral de Santiago te deja impresionado. Con su imponente fachada que recibe a los peregrinos que llegan por los diferentes caminos a la plaza que preside. Dentro no puedes olvidarte de abrazar al apóstol y ver su tumba que está justo debajo de su estatua en el altar mayor. No debes de dejar de observar los detalles del pórtico de la gloria ni de poner la frente sobre Mateo que fue el arquitecto de esta joya de la arquitectura como hacen los peregrinos para intentar que te pase algo de su imaginación y genialidad.

Si vas a esta ciudad hay una calle que no debes de olvidar: La Rúa do Franco. Alrededor de 40 bares, restaurantes y cafeterías jalonan sus laterales, así que puedes empezar por la cafetería París y acabar en la cervecería Dakar haciendo escala en cada uno de ellos como si fueran etapas de la mítica carrera París-Dakar. A nosotros nos gustó el O´46 que está en el número 46 de la calle. Una señora con su batilla de estar en casa, nos preparó un pulpo a feira que todavía recordamos.

La comida, como se come en Galicia, debería ser patrimonio de la humanidad. El pulpo, el queso de tetilla, los mejillones en diferentes elaboraciones, la zorza, las zamburiñas, la merluza, la carne de ternera, etc... Con hambre no te vuelves de allí seguro.

Creo que es el blog con el que más me he reído y de los primeros que conocí. Siempre con nuevas historias y artículos realmente divertidos y con los que me he sentido muy identificada. Además coincido con Regi en su lugar favorito, mis vecinas, las Islas Cíes.

Me encantan las Islas Cíes, conocí este paraíso hace un par de años y me sorprendió gratamente. Se puede decir que una vez llegado allí estás realmente en el paraíso. No hace falta ir al Caribe para estar en una playa espectacular. Su arena es de tono perla, y el agua es cristalina, además no hay mucha gente y se puede hacer alguna ruta. ¡Lo tiene todo! El mayor problema que tiene es que el agua es muy bonita por fuera, pero por dentro está helada. Fíjate que yo soy también el norte y fui incapaz a bañarme! Un paraíso al que volveremos sin duda.

Me encantan las Islas Cíes, conocí este paraíso hace un par de años y me sorprendió gratamente. Se puede decir que una vez llegado allí estás realmente en el paraíso. Y por cierto, me encanta Galicia porque me parece que se come de p.madre (con perdón) y soy muuuuy fan del pulpo, lo comería a todas horas!!!

Otro de los blogs que he conocido hace unos meses y que me ha enganchado. Sus diarios en Sri Lanka o Bélgica los tengo entre mis favoritos y con ganas de leer ya su último viaje por Croacia.

Me cuenta Maruxaina que quiere saber como vemos su tierra los no gallegos.Yo la identifico facilmente con leyendas, meigas y misterios, con gente humilde de mirada esquiva y poca palabra; con bosques donde los árboles emergen entre la niebla y pazos que son escenario perfecto para las novelas de Emilia Pardo Bazán.

Hace años que no voy a Galicia, tengo recuerdos únicos como perseguir gaviotas en las islas Cies o contemplar emocionada el Pórtico de la Gloria en Santiago. Pero esta zona que tantos amores despierta no consiguió en su momento sorprenderme, imaginaba encontrar otra Asturias llena de pueblos preciosos en cada rincón, pero Galicia me pareció más pobre y austera, más rural. Supongo que tendré que darle una segunda oportunidad porque son tantos los que cantan sus maravillas que habrá que volver a buscarlas más a fondo.

Si tuviese que elegir un lugar me quedaría con el buen recuerdo que tengo de Cambados.

Sabiendo que es una enamorada del arte, me imaginé que Cristina elegiría algo relacionado con la Catedral de Santiago y ¡no me equivoqué!. En el blog de Cristina descubriréis un montón de destinos Patrimonio de la Humanidad, curiosidades viajeras y también opciones para viajar con niños.

Será por ser de secano, salmantina residente en Castilla-La Mancha. El mar y el verde del norte siempre han quedado lejos; será por esto que me encanta viajar a las comunidades norteñas. Y en concreto viajar a Galicia. Es tierra que percibo cercana, amable, tranquila e histórica. En los últimos años he tenido la suerte de disfrutarla en dos ocasiones, la primera con nuestro peque pasando una maravillosa semana en Vigo, junto al mar y con frecuentes excursiones por los alrededores. La segunda, con mi marido a Santiago en una escapada breve y llena de piedra, arte y buena comida.

¡Qué bien se está en Galicia! Qué atardeceres eternos en la playa de Samil, qué monasterios como el de Poio y sus misterios y curiosidades, qué plazas a cada cual mejor en Pontevedra, qué gastronomía…

En fin, difícil elegir una sola experiencia gallega pero si tuviera que quedarme con una sería la visita al Pórtico de la Gloria en Santiago en 2013. En una visita guiada en la que sólo estábamos nosotros y pudimos conocer de cerca (y tanto, desde un andamio que sirve a restauradores y visitantes) su historia, creación y problemas de conservación de esta joya que destaca dentro del joyero que es la catedral de Santiago.

Lo bueno de encuentros como el TBM es conocer gente como Miguel y Laura, yo había leído su blog e intutía que serían súper majos. Tras compartir con ellos varias actividades en Plasencia confirmé que sí, que son de lo mejorcito de este mundo blogueril.

Una agradable sorpresa espera al viajero que bordea la orilla derecha de la ria de Arousa, la denominada Arousa Norte, y afronta con ilusión el tramo de costa hasta la ría de Muros e Noia. El regalo viajero se llama Corrubedo, una parroquia que pertenece al municipio de Ribeira, y cuyos alrededores bien podrían constituir la postal gallega perfecta.

Allí re-descubrimos en 2013 Galicia, una Galicia salvaje y desconocida para nosotros, llena de paisajes costeros y pueblos pesqueros que no salen en todas las guías, que dejan boquiabierto a la persona más viajada del planeta. Hay muchas Galicias, y Corrubedo forma parte de una de ellas.Una ensenada que desemboca en la amplia y famosa playa de A Ladeira; un puerto pesquero donde comer mal se convierte en pecado; un solitario faro azotado por vientos y olas atlánticas; y por último, como joya de la corona, un sistema dunar único en su especie que convierte a esta zona en el Parque Natural de las Dunas de Corrubedo.

Según caminas por la playa de A Ladeira y ves que un sistema de dunas emerge de la nada a tu izquierda, elevándose sobre un rico ecosistema de vegetación y transparentes aguas fluviales que desembocan en el Atlántico, seamos sinceros, es un paisaje que no esperas encontrar en esa Galicia que te habían contado.

Hay un centro de interpretación y diversos miradores para comprender el funcionamiento de las dunas, la fauna y flora de la zona. Teoricamente no está permitido caminar por las dunas ya que puedes alterar el ecosistema del Parque Natural, pero no vamos a negar que es tentador, e incluso inevitable, desviarse ligeramente de la playa y ascender por una colina de arena impoluta y sentirse Rey de Corrubedo por un momento. ¿Te imaginas la sensación de caminar por un rico e inmaculado desierto que mira al mar, y que custodia un sistema fluvial a modo de oasis? Ésa es la postal viajera de la que pasarás a formar parte, junto con un paisaje y unos aromas de la verdadera Galicia que tus retinas y olfato viajero jamás olvidarán.