Durante uno de los viajes anuales a Francia, elegimos Castelnaudary para pasar la primera noche. La pequeña localidad es conocida por ser aquí donde se inauguró el Canal du Midi que une el Atlántico con el Mediterráneo y atraviesa el país francés. Se encuentra en la provincia de Aude y está a unos veinte minutos en tren de la famosa Carcassone por lo que es una genial escapada para pasar el día.
Llegamos pasadas las cinco de la tarde y caminando fuimos hasta el Hôtel du Centre. La atención dejaba bastante que desear y no era barato pero en plena Semana Santa no habíamos encontrado nada mejor. Lo único bueno era su excelente ubicación, al lado de la oficina de turismo y cerquita del puerto.
Nuestra primera visita fue al Molino de Cugarel. Construido con piedra del país, fue restaurado en 1962 y he leído que puede visitarse su interior para ver la maquinaria. Nosotros supongo que por la hora lo encontramos cerrado ya que en Francia los horarios de visita terminan antes que en España.
Es el molino mejor conservado de los más de 30 que hay en esta zona. El clima hace que haya más de 300 días al año de viento en la región, incluido el conocido Viento del Diablo que alcanza más de 100 km/hora. Por ello en la Edad Media se construyeron tantos molinos para trabajar cereales.
Castelnaudary es conocido como el granero del Langedoc por sus cultivos de girasoles, alubias, trigo o maíz. Tuvo un importante pasado mercantil que aún puede apreciarse en sus casas con entramados y en los palacetes del siglo XVIII.
Es un pueblo muy muy tranquilo y nada turístico salvo el último fin de semana de agosto cuando se celebra su fiesta por excelencia con el cassoulet como protagonista. Es un plato medieval, se cree que de origen árabe, similar a la fabada y motivo de disputa y piques con Carcassonne y Toulouse por obtener el de mejor calidad. No lo probé así que no hay foto. En su lugar os dejo este simpático gato-figura que encontramos durante nuestro paseo.
Paseamos sin rumbo por laberintos de callejuelas empedradas por las que caminó Alexandre Soumet. Aquí nació este poeta, bibliotecario en varios palacios reales del país, con versos que homenajean a Napoleón.
Se hace raro que no haya castillo como en muchos otros pueblecitos franceses. Y más aún porque Castelnaudary nació a raíz de la construcción en el siglo XII de un castillo por los cátaros. Fue demolido en 1229 al acatar el Tratado de Meaux. Éste que puso fin a las cruzadas ordenadas por el Papa Inocencio III, muy preocupado por la fuerza de "Esos herejes adoradores del diablo con forma de gato".
Y no podíamos dejar el lugar sin acercarnos al puerto. El turismo fluvial sustituye ahora al uso comercial de antaño. El canal du Midi es totalmente navegable e ir viendo bonitos pueblos, paisajes de viñedos, castillos y abadías cátaras…Fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1996. Y, aunque inaugurado en 1681, evitar rodear España para llegar al Atlántico ya era una idea que se pensaba en la época romana..
Fue Luis XIV quien le encargó la tarea al barón Pierre-Paul Riquet que además de noble era ingeniero y constructor. Este hombre no dudó en enfrentarse al ministro Colbert a la hora de tomar decisiones como imponer las pagas mensuales y la cobertura sanitaria para sus trabajadores. El pobre murió sin ver su obra terminada siendo sus dos hijos los encargados de concluir el canal tan sólo ocho meses después.
Con el espectáculo de ver en funcionamiento una de sus esclusas terminaba nuestra estancia en un lugar desconocido hasta entonces, pero como casi siempre, con mucha historia.
Dejábamos Castelanudary para seguir nuestra particular ruta de los cátaros. La siguiente parada de tren nos dejaría en Foix, un nuevo pueblo francés para descubrir.
Mientras sonaba "Montsegur", un tema de Iron Maden en el que Bruce Dickinson recordaba el asedio a esa pequeña villa francesa que supondría el principio del fin del catarismo.
6 Comments
Nosotros también visitamos Castelnaudary. Tienes razón con que es poco conocido. Pero ciertamente, las esclusas, el ser la cuna del Cassoulet, el molino (sí que lo encontramos abierto) y la iglesia es de lo poco que llama la atención y lo puedes ver en una mañana. No nos pareció demasiado interesante. Pero es un buen punto para conocer otros lugares cercanos.
Un abrazo.
¡Qué bonito! Me apunto a eso de los herejes adoradores del gato 😉 el molino también muy bonito, tiene buena pinta a pesar del gris y que el tiempo no acompañara. Tengo muchas ganas de ir a Carcasonne y por lo que veo está cerca, así que mira para cuando me decida ya sé que puedo incluir en el itinerario a Castelnaudary.
¡Un besazo y nos vemos pronto!
jajajja que figura el gato 😉
Me encantan este tipo de pueblecitos: con encanto, escondidos y sin turistas.
Nooooooooo pero como que no probaste el cassoulet 🙂 tan bueno que esta! eso si, nada ligerito!!!
Ah pero el gato-figura me encanto!
Y Foix, recuerdo que fue uno de los primeros lugares que visite en Francia, nadamas llegar quise empezar a tomar fotos y pum, la bateria habia muerto :'( asi que solo esta en mis recuerdos…
Saludos!
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ya te valeeeee con el gato-figura!!!! En fin, te diré que yo he probado algún cassoulet que otro Y NO ES COMO LA FABADA (no se me ha notado que soy asturiana, no?), pero está bueno. Para los días de invierno 🙂 Lo que sí te digo es que no lo he comido aquí, porque este sitio no lo conozco, y me parece chulísimo, con esos molinos. Apunto, apunto!!
Me encanta ese ambiente gris que da a las ciudades con agua y piedra ese ambiente de película de misterio. De nuevo me has descubierto un sitio muy especial amiga.
Un abrazo