6 Imprescindibles de Roma. Qué ver en la capital italiana.

Una de mis mejores amigas se va de viaje y me ha pedido consejo, mis favoritos de Roma, esos lugares que visitaría sí o sí, teniendo en cuenta que es su primera vez en la capital italiana.

En esta ocasión, ella viajará desde Santiago haciendo escala en Barcelona, juraría que la última vez que fui había vuelo directo…Y se alojará en un apartamento, una opción que yo aún no he probado pero genial si quieres aprovechar para cocinar platos típicos del país, como es su caso. Además de estar súper chulo he visto que está muy bien situado por lo que será perfecto para conocer la ciudad a pie.

Ya te aviso Nata, que no llegan ni dos días ni dos meses para conocer todo lo que esta ciudad depara, no recuerdo cuántas veces he estado y siempre descubro cosas nuevas. Además si te gusta la historia, el arte y las piedras es la perdición. Roma es uno de esos destinos a los que volvería mil veces y en dónde nunca faltan mis visitas a mi lista de imprescindibles

1. El Moisés de Miguel Ángel.

Es lo primero que hago al llegar a Roma, tras dejar la mochila, me acerco a San Pietro in Vincoli. La iglesia que guarda un gran tesoro. Y no, no son las cadenas de San Pedro, allí está mi escultura favorita, aquélla a la que yo también hablaba mientras estudiaba en la habitación. Tenía por costumbre repasar la lección en voz alta, y se la contaba a él, que no dejaba de mirarme con unos ojos imposibles de olvidar.

Moisés compartió pared con Slash durante años, pareja curiosa dónde las haya, y me transmitía fuerza y confianza. Pero también mucha serenidad a pesar de la ira que contiene. La primera vez que lo vi, durante mi interrail por Italia, lo que lloré no fue poco y es de esas paradas obligatorias, aunque sean ¡cinco minutitos para saludar!.

La escultura forma parte de la tumba de Julio II, el Papa que encargó a un joven Miguel Ángel una obra mucho mayor de lo que fue finalmente. Tardó diez años en realizarla, en un mármol de Carrara lleno de texturas, con conocimientos técnicos, anatómicos y dándole gran importancia a la luz. Una maravilla del arte que hay que ver sí o sí.

2. El Coliseo.

Básico y obligatorio. Y más si eres una flipi de las peliculas de romanos como yo, que me enamoré de Espartaco demasiado joven. La primera vez me emocioné al pisar la arena. No dejaba de mirar para todas partes, tocaba los muros, el suelo, e imaginaba a los gladiadores en aquellos pasillos camino de la muerte mientras escuchaban los vítores del público.

El Anfiteatro Flavio es el lugar más visitado de la ciudad italiana, fue inaugurado por el emperador romano Tito con una fiesta que duró cien días. Egipcios, árabes, tracios...todos acudieron a la capital del Imperio para ver fieras, cacerías y combates entre famosos gladiadores. El pueblo asistía entusiasmado el día antes a recoger las entradas gratuitas, una vez vistas las pintadas anunciadoras del espectáculo por las calles de la ciudad. Entre tres y seis días de combates, que empezaban por la mañana y con exhibición de animales exóticos incluída.

3. El Vaticano.

Ya sea por motivos religiosos, artísticos o por mera curiosidad, no puedes irte de Roma sin acercarte al Vaticano. La plaza de San Pedro, los museos vaticanos, la Piedad y la cúpula de Miguel Ángel son algunos de los motivos. Desde lo alto de la columnas de Bernini nos reciben 140 santos, mientras los jóvenes de la guardia suiza aguantan estoicamente las miles de fotografías a sus llamativos uniformes.

En el interior la nave de 200 metros es una galería de arte. El impresionante baldaquino, también obra de Bernini, el órgano, las tumbas de anteriores papas y los Museos Vaticanos pueden hacerte pasar allí horas. En la Capilla Sixtina sólo podrás estar unos minutos, para seguir por galerías infinitas con techos de oro, y ver una sucesión de sarcófagos egipcios, carruajes, mapas, la Ecuela de Atenas, la escalera de Giuseppe Momo y otro de mis favoritos, Laocoonte y sus hijos.

4. Foro Romano.

Mejor recorrerlo con un plano porque la cantidad de templos, columnas y arcos es importante. El centro político, social y religioso de Roma nos sirve para conocer cómo vivían y se organizaban. Pasear por los mismos lugares que Julio César o imaginar el fuego siempre iluminando el Templo de Vesta, fotografiar restos de esculturas de las Vestales o la enorme basílica de Majencio, siempre pregunta de examen en el instituto, te llevarán al Imperio Romano. Un verdadero lujo de visita para los amantes de la historia.

5.Piazza Navona.

Me gusta más al atardecer. Y no sé muy bien por qué, no soy fan del barroco, pero se ha convertido en uno de mis rincones favoritos de la ciudad. Muy cerquita del apartamento en el que te alojarás Nata, así que te recomiendo terminar allí uno de tus paseos por Roma. Cenar o tomar algo en alguna de sus terrazas, si el presupuesto lo permite, y sino pasear entre sus fuentes y sentarte a escuchar música en directo.

Aquí se celebraban juegos acuáticos y gimnásticos en la antigüedad, después torneos medievales y batallas navales que entretenían en verano a los nobles. El conjunto artístico de Bernini y su fuente de los cuatro Ríos, della Porta y Neptuno, han convertido esta plaza en un museo al aire libre, con obelisco incluido.

6.Mercado de Porta Portese.

Si te gusta curiosear y rebuscar y tus ojos están ya agotados de tanto arte, en este mercadillo hay más de cuatro mil puestos esperándote. Es el más famoso de Roma, venden de todo y empieza muy temprano el domingo, pero madrugar merece la pena. Además está en el Trastevere, uno de los barrios más conocidos por su aire bohemio, callejuelas, tiendas de artesanía y restaurantes encantadores.

Y seguiría recomendando lugares porque como decía al empezar este recorrido, Roma es interminable, pero también hay que dejar algún momento para la improvisación. Perderse por cualquier calle, sentarse a disfrutar de un buen café, hablar de política, comer pasta como si no hubiese un mañana o terminar de sobremesa cantando en italiano.

Espero te resulte útil y espero tus aportaciones. Pásalo en grande y no olvides que ¡¡¡RomA es AmoR!!!.