Galicia vista por no gallegos (3ªparte)

Y como no hay dos sin tres, aquí está la 3ªparte del post Galicia vista por no gallegos o vista desde fuera, por otros bloggers de viaje que han pasado por aquí y a los que he pedido, nos cuenten sus sitios favoritos. Vuelve a estar presente Santiago y aparecen lugares nuevos como Betanzos, Bueu o la increíble zona de Cabo Home.

Salvador tiene como bien dice buenas conexiones por Galicia y es frecuente que visite estas tierras. Además en su blog El Paso del Hombre podemos encontrar destinos de lo más variados y otra de sus pasiones: el cine, por lo que también podemos leer algunas de sus recomendaciones de películas viajeras.

Mis conexiones con Galicia se deben al hecho de estar casado con una hija de estas tierras. Por eso no solo son fuertes los lazos sino que además están públicamente registrados, pues el matrimonio tuvo lugar en el castillo de Soutomaior (Pontevedra).

Este podía ser uno mis rincones favoritos. Pero en más de quince años viajando entre dos y tres veces anuales a esta esquina de España, he acumulado muchos sitios que podrían tener cabida en este post.

Los lugares que más me gustan son aquellos que ofrecen un montón de experiencias diferentes en un espacio geográfico reducido, algo que en Galicia no es difícil de encontrar.

En la península de Morrazo, en su extremo más occidental encontramos Cabo Home. Desde aquí podemos observar las islas Cíes y toda la inmensidad del océano Atlántico. No muy lejos del faro esta la playa de Melide con su espectacular ubicación, aunque no apta para frioleros.

Como de costumbre, estos impresionantes paisajes que a menudo provocan que a Galicia se le añada el adjetivo de “mágica”, no los hemos descubierto nosotros, sino que ya lo hicieron otros hace más de un par de milenios. Por eso, antes de acceder a la carretera que nos conduce al faro, en el mirador de la Caracola podemos detenernos y subir andando al Monte O Facho. El santuario de peregrinación más antiguo de Galicia. Aquí tenían su altar más sagrado los nerios, una de las culturas castreñas de Galicia. El lugar fue luego readaptado a la fe cristiana.

Tras esta excelente visión podemos retroceder a Hío y admirar el mejor cruceiro de toda Galicia. Construido en 1872 contiene una rica iconografía con escenas del Génesis y la Pasión. Estamos en plena ría de Aldán, con un buen puñado de acogedoras playas como la de Pintens o la de Menduiña. Este lugar es territorio del “chiringuito”, y no hay playa que no tenga uno en donde los frutos del mar se devoren junto a una “Estrella”. Algunos incluso ya tienen chill out y barra de gym tonics.

Para acabar un día redondo lo mejor es acercarse al puerto de Aldán y degustar junto a su lonja, navajas, pulpo, pimientos de Padrón etc.

Irene ha elegido Santiago asegurándome que vendría pronto a Galicia porque como muchos otros viajeros, hace mucho que no nos visita. En Mundo Turístico podeis perderos entre los muchísimos destinos en los que ha estado, opciones para viajar a playas o museos, apuntes gastronómicos, recomendaciones de alojamiento o interesantes reflexiones.

Hace ya unos años que visité Santiago de Compostela. Recuerdo que era sin duda la ciudad que más ansiaba conocer de Galicia, una tierra con la que siempre tuve una relación especial ya que parte de mi familia es de la frontera asturiana con esta región. Y no me decepcionó. Sus calles empedradas, su cuidado casco antiguo y por supuesto, su conocidísima catedral me encantaron, pero también pude disfrutar mucho sentada en el parque Bonaval o tomando algo en sus encantadores bares, pues la gastronomía es sin duda otro de sus fuertes.

¡Fue un viaje encantador que me dejó con ganas de mucho más.!

Y desde el sur nos vamos con Mar a Betanzos, localidad coruñesa que además de tener una tortilla que me muero de ganas de probar, cuenta con un parque realmente interesante que ha elegido como su rincón favorito. En Mi Ruta podeis consultar sus viajes por España y Europa en familia.

Durante nuestra última visita a Betanzos pudimos visitar al Jardín del Pasatiempo, puedes llegar tranquilamente andando. Estaba impaciente, lo recordaba como un lugar mágico, especial, quería ver como se había mantenido después de tantos años.

El Jardín fue constuido por los Hermanos García Naveira, intentaron representar todos los conocimientos y lugares recorridos para compartirlo con sus paisanos y visitantes. Cuevas, estanques,grutas,jardines,estatuas, relieves, representaban las maravillas del mundo, llegó a llamarse el "Parque enciclopédico" y figuraba en los mejores libros de viajes de la época.

Al parque se accede desde un jardín por una pasarela elevada que atraviesa la carretera, ya en las afueras del casco histórico, cerca de unos centros comerciales,es triste, porque apenas queda una décima parte de lo que fué en su momento.

Se divide en una serie de terrazas que nos hablan de otros paises, escenas históricas, animales guardianes, como el gran león, todo rodeado de vegetación.

Un hermoso jardín donde se recrean en relieves las pirámides de Egipto, los camellos, horarios de otros paises... termina en unas extrañas grutas,que nos llevan poco a poco a otro nivel donde un gran estanque central resume entre sus relieves y estatuas seres mitológicos, animales marinos, representaciones de buzos, etc...

Las obras de este especial jardín duraron casi 21 años, consiguió que Betanzos recuperara el prestigio y la fama que habia tenido en anteriores épocas, era visitado por personas de todos los lugares.

El parque supuso una forma de ingreso para lo Hermanos Garcia Naveira para poder seguir con sus actividades filantrópicas y dió la oportunidad a los vecinos y visitantes de adquirir conocimientos que dificilmente se hubieran conseguido de otra forma.

Actualmente el Jardín, aunque conservado,refleja el paso del tiempo y el abandono de muchos años. Algunas piezas rotas y la vegetación invadiendo algunos recovecos le dan un aire aún si cabe más sugerente. Una visita imprescindible sin duda.¡¡Ojalá alguna vez recupere su antiguo esplendor!!

No podía dejar de preguntarle a Laura, una de las viajeras más divertidas que conozco de este mundo bloguero, y leyendo su post sobre Galicia veo que no lo ha pasado nada mal durante sus visitas y que conoce bien estas tierras. Podría recomendaros su blog Meridiano 180 por muchas razones pero lo mejor es que os paseis a leer alguno de sus artículos, sus dramas de viajera, las recomendaciones de libros de viajes y cómo no ¡sus cómics!

¿Lo que más me gusta de Galicia? ¡Los gallegos! Ah, ¿qué no va de eso? Pongamos que si no fuera asturiana, hubiera sido gallega. De As Rías Baixas, para pasarme el día zampando marisco y poniéndome hasta arriba de albariño. Dos motivos más que suficientes para hacer la maleta y plantarse allí, en cualquiera de sus festas do polbo, ameixa o do mexillón. Y es que en pocas zonas del mundo se come tan barato y abundante como en Galicia. Ais, ¡la empanada de berberechos!

A mí que me busquen en a festa da auga, en Vilagarcía de Arousa, la ciudad que me acogió durante cinco años; en cualquier barco que cruzan la ría rumbo a O Grove, entre bateas y delfines; observando fascinada el arte del marisqueo en Cambados, o tomándome un buen albariño por la zona. Tampoco me importaría perderme en el bosque de las palabras de los jardines de o pazo Quinteiro da cruz; entre los hórreos de Combarro; las playas o pinares da Illa de Arousa o dándome cualquier baño en as Sinas. El día posiblemente lo acabaría en la Quinta de San Amaro, bajo la sombra de alguno de los viñedos que le rodean, como hacia Rosalía de Castro en Follas Novas. A Toja, Sanxenxo, Marín, Baiona... ¿algún gallego que me adopte?

También Constanza ha elegido Santiago sin duda el lugar favorito de muchos de los bloggers consultados. Recién llegada de su Buenos Aires querido teneis entradas bien fresquitas en su blog La Maleta de Constanza así como recomendaciones para dormir o artículos sobre Francia, un país por el que compartimos amor.

Cuando vas a Santiago de Compostela te dan ganas de volver a creer en Dios. Meca de tantos y tantos peregrinos más o menos creyentes, esta ciudad gallega se ha convertido en un foco extraordinario de buscadores de fé, de conseguidores de metas personales, y de desafiadores de objetivos, que comparten el espacio con aquellos creyentes que acuden a ver y tocar el Santo.

Decían que todos los caminos conducen a Roma, pero en este caso, todos los caminos conducen a Santiago y son básicamente tres las rutas peregrinas que culminan con la apoteosis de llegar a la Catedral: el camino francés, el camino del Norte, que va por la cornisa cantábrica, y el portugués. Final del camino y principio del enganche a una experiencia que todos quieren repetir, ya que parece que la vivencia es tan extraordinaria, que todos se plantean volver.

Algunos siglos han pasado desde que en el año 811 se descubren los restos del Apóstol Santiago, que había estado por la península ibérica difundiendo el cristianismo. A partir de allí Iglesia y Estado que en la época eran casi lo mismo, sacan partido del tema y el lugar se convierte primero en lugar de culto y luego de peregrinación. Fue el rey Astur Alfonso II el Casto el que mandó a construir la primer capilla sobre la sepultura del santo, que sienta las bases de ese enorme foco de fé y adoración, esa meca sagrada a la que acuden tantos caminantes a encontrar esa energía que los conecte con la trascendencia.

Al tiempo esta capilla quedó pequeña, y Alfonso III se encargó de hacer un templo visigótico que terminó en llamas. Fue tanto el desarrollo económico de la zona que finalmente cerca del 1075 se sientan las bases románicas de la actual Catedral.

La imagen emblemática de lo que todos conocemos como Catedral de Santiago de Compostela, es la que da a la Plaza del Obradoiro, y es una fachada barroca, construída en el siglo XVII obra de Fernando Casas Novoa. Esta plaza no sólo es sobrecogedora por albergar semejante templo de la cristiandad, sino por todas las escenas que se suceden allí, de los tantos y tantos peregrinos que culminan allí sus promesas y sus desafíos. Hayas hecho o no el camino, el visitante debe tirarse literalmente sobre las piedras de la plaza a contemplar el templo y a convertirse en uno más de esos que buscan a Dios.

Igualmente emocionante es acudir a la Misa del peregrino que sucede todas las mañanas en las que te mezclas con los caminantes y “recorredores “ del camino de Santiago en pos del reconocimiento final , de ese decirle a Dios “aquí estoy y aquí he llegado”. Si tienes la suerte que en esa ceremonia se despliegue el Votafumeiro, la ceremonia está completa.

Otro de los recorridos que hacen peregrinos, tanto así como curiosos y turistas es subir a “ver y besar el Santo”, un ritual indispensable en una visita a Compostela. El episodio está controlado por un personaje curioso, al menos el día que yo fuí, y es un portugués vestido de cura sin serlo, que controla que no se hagan excesivas fotos al santo, y que aquello no se convierta en una verbena turística.

Y aquí uno de los temas cruciales: cómo administrar Fé con Negocio. Y en este punto hay que citar la intervención político/turística que se hizo en 1993 en ocasión del año Compostelano, en que se reflotó el camino, se lo señalizó, se puso en valor el Patrimonio del recorrido, y se lo relanzó como producto turístico.

Aún así, cuando llegas a Santiago de Compostela con afán de inspección sociológica del fenómeno religioso y humano que lleva a tantos seres humanos a recorrer tantos kilómetros a pie o en bicicleta para “ besar al Santo”, hace que te den ganas de volver a creer.

Medio gallega, medio andaluza, catalana una temporada y ahora canaria de adopción, María se queda con un lugar cercano y con buenos recuerdos de infancia. Compañera de divertidas #charlasviajeras de Twitter, en su blog Viajes al alcance de todos teneis lectura para rato con listas como la de Esculturas curiosas, escapadas a capitales europeas o consejos viajeros.

Desde muy pequeña me he sentido muy vinculada a Galicia. No sólo porque mi familia materna sea de Bueu (Pontevedra) sino porque su gente, su comida y sus rincones te hacen no querer irte nunca de allí.

Mi rincón preferido de Galicia es sin duda la Playa de Lagos (Bueu), una playa de arena blanca que tiene a su vez pequeñas calas o lagos, de ahí su nombre. A pesar de lo fría que está el agua, la playa de Lagos es ideal para escapar de la rutina y pasar un buen día de playa. Uno de los recuerdos más bonitos que tengo de la playa es cuando nos dedicábamos a buscar “margaritas” que son unas conchas que dicen que si las encuentras da suerte. Además, desde la Playa se puede ver la isla de Ons, otro de los lugares imprescindibles de Galicia, al que sólo se puede ir en barco desde Bueu.

Y así terminamos este post colaborativo con el que, una vez más, he redescubierto lugares a los que quiero volver. Muchas gracias a Salvador, María, Irene, Constanza, Mar y Laura por contarnos cuáles son vuestros rincones favoritos de Galicia. Aquí os espero, rodeada de buenos paisajes, playas alucinantes, bosques de cuento, una gastronomía espectacular y gente muy curriña.