Preguntando nos enteramos que podíamos llegar en autobús urbano desde el centro, haciendo transbordo, desde la plaza de Deák Tér estaba a unos 10 kilómetros. Nos alejamos del centro de la ciudad y pasamos por una zona residencial con casas de jardines y porches adornados con motivos navideños.
El bus nos dejó en una rotonda, bajamos junto a otros viajeros que también iban a visitar el museo, ante la cara algo incrédula de los paisanos que siguieron viaje. Hacía un frío espantoso, cruzamos la carretera por donde buenamente pudimos y nos encontramos a nuestra izquierda con un muro de ladrillo rojo que marcaba el comienzo del recinto. En dicho muro nos recibió una inmesa escultura de Lenin, después aparecerían bajo el mismo dintel, la de Marx y Engels.
Frente a la puerta de acceso, una gran esplanada y una tribuna en la que pudimos ver las botas de Stalin. Lo único que quedaba de su escultura de ocho metros, ya que fue destruida por el pueblo en la revolución del año’ 56. A los lados, unos antiguos barracones con carteles y fotografías de la época. No sé si normalmente están abiertos al público pero al menos ese día estaba cerrado. Todo recordaba al pasado comunista del país, hasta las vallas que separaban la carretera tenían su detalle.
Decidimos entrar cuanto antes ya que anochecía rapidísimo, pagamos algo menos de 6 euros, a una mujer aburrida tras una ventanilla enrejada. El hombre que revisaba la entrada era enorme, todo vestido de negro al estilo paramilitar, no sé si era parte del papel aquella seriedad pero la verdad es que imponía respeto. Lo primero que nos encontramos fue una antigua cabina de teléfono y un coche de la época al que no pudimos acercarnos demasiado porque el hombre de negro no nos quitaba el ojo de encima y nos señalaba el reloj con insistencia.
La estrella dibujada en el suelo de la entrada del museo ya no era tan roja como antaño pero aún se apreciaba su forma si se tomaba algo de distancia. Diseñado por el arquitécto húngaro Ákos Eleod e inaugurado en 1993, el Parque de la Memoria reúne más de 40 estatuas, monumentos, placas conmemorativas de época comunista que fueron recogidas de los lugares públicos del país como parques y jardines y depositadas allí tras la caída del régimen.
El museo al aire libre no necesita más de una hora para visitarlo, las figuras son de unas dimensiones enormes, muchas hacen referencia a los Brigadas Rojas, al Movimiento Obrero o a la amistad entre húngaros y soviéticos. Al salir, en la misma ventanilla donde se compran las entradas, los más nostálgicos pueden comprar un pasaporte soviético, sellos, carteles, chapas y otras curiosidades del no tan lejano pasado comunista húngaro.
Si os interesa el tema, os recomiendo el post sobre un peculiar museo del comunismo que visitamos durante nuestro viaje a Praga.
22 Comments
La verdad es que me pareció un lugar muy interesante, cuanto menos, curioso. Teníamos planeado visitar el parque Memento la primera vez que fuimos a Budapest, pero hacía tanto frío y anochecía tan pronto… Resulta que nuestra segunda visita a Budapest también fue en enero, así que fuimos apurando las últimas horas de sol. Nos dejó muy sorprendidos, todavía hoy no tengo una opinión formada sobre el lugar, pero no me lo perdería en una nueva visita a Budapest. Estos lugares son los que merece la pena visitar y escuchar lo que cuentan.
Interesante lugar que no me dio tiempo visitar, Budapest me encanta así que ya tengo un motivo más para regresar. La última vez que estuve fue en invierno y la verdad que se nota mucho lo de las horas de luz a la hora de organizar las visitas, por eso no pude llegar a Memento Park. Un abrazo
Hola Rubén,
Nosotros llegamos con el tiempo justo para visitar Memento. Además subimos en bus y fue interminable. Aún así mereció la pena, es un lugar curioso y un poco friki 😉
Si vuelves a Budapest ¡ ya sabes!
Un abrazo de vuelta.
Nunca había escuchado hablar de este lugar, algunas veces compensa desplazarse a lugares medio extraños y con suerte mola sorprenderse. Este como dices, hasta parecía ya aburrido desde la entrada. Apuntado por si viajo por la zona aunque no creo que lo visite si voy corto de tiempo. Gracias por la recomendación
Hola Alberto,
La verdad es que queda bastante a desmano del centro, pero para frikis de la historia es una visita interesante 😉
Budapest tiene tanto que ver que merece varios viajes. Un abrazo.
Ayyy que no me dio tiempo a visitarlo, qué rabia, con lo interesante que parece, definitivamente tengo que volver a Budapest con más tiempo.
Un abrazo
Nosotros también estuvimos poquito en Budapest, pero Memento era una de mis visitas imprescindibles. Ya sabes, un poco friki de la historia 😉
Un abrazo hasta México lindo guapa.
Muy curioso y ni idea de su existencia. A pesar de que mi estancia en Budapest fue relajada y tuve bastante tiempo para visitar la ciudad, no tenía ni idea de la existencia de este lugar y no lo visite.
Gracias
Granumuki
Hola Enrique,
La verdad es que Memento no está muy publicitado, al menos cuando fuimos nosotros. Apenas había turistas durante nuestra visita, pero es un lugar curioso si te gusta la historia 😉
Un saludo.
¡Qué bueno! Estuvimos hace unos años en Budapest, y nos parecio una ciudad super grande. Estuvimos 6 días y nos faltaron muchas cosas por ver. Entre ellas el Memento Park. Volveremos Saludos
Hola familia,
Nada menos que seis días en Budapest…nosotros estuvimos tres y en invierno así que el tiempo fue escaso. Es una de esas ciudades a las que no me importaría volver, así que ya me contaréis cuáles son esos lugares que no debo perderme.
¡Un saludo!
Es de lo poco que me quedó por visitar de Budapest, pero se ve tan interesante que si tengo la ocasión de volver haré lo posible para poder verlo.
¡Un saludo!
Eva
Hola Eva,
Nosotros le quitamos tiempo a otros lugares más turísticos para ir a ver este parque. Es un poco friki pero nos resultó curioso que tuviesen a todas las estatuas allí reunidas. Un abrazo guapa y gracias por la visita 🙂
[…] este post os dejo la mirada que Maruxaina y su mochila tuvieron de Memento Park con excelentes fotos al […]
Pues sí que es curioso este parque! No tenía ni idea de su existencia… para la próxima visita a Budapest allá iré.
Gracias por compartir la info!
Besos!
¡Hola Sabela!
Si te interesa la historia es una visita para hacer un par de horitas. En Budapest siempre quedan pendientes lugares que visitar 🙂
Gracias por la visita, un abrazo.
Me recomendaron este lugar cuando visité Budapest, pero no tuve tiempo de ir, así que ya tengo una excusa para regresar y aprovechar tus tips 🙂
Hola Mauxi!!
La verdad es que yo lo llevaba en mi lista de imprescindibles y también me perdí muchas cosas, genial porque volveré seguro 🙂
Es un lugar no muy conocido, apenas gente y en el que puede aprenderse un poco más de la historia del país.
Un saludo y gracias por pasarte 😉
Qué sitio tan peculiar, no sabía de su existencia. Gracias por llevarnos hasta él!
Un abrazo
Gracias por la visita Cristina. Es una visita no tan típica en Budapest 🙂
Saludos!!!
Un lugar muy interesante, me lo apunto para cuando visite Budapest, uno no visita sitios así todos los días 😀
Sin duda es un lugar curioso Almudena, un viaje al pasado del país.
Muchas gracias por tu comentario 🙂
Saludos!!