El primer sitio en el que entramos a comer tenía muy buena pinta pero resultó que dentro llovía. Sí en una esquina y sin que a nadie pareciese importarle. Además había una mesa enorme de españoles gritando así que decidimos salir pitando.
Bajamos por la calle Barboska, la tormenta de verano había oscurecido tanto el cielo que parecían las seis de la tarde. Los turistas y sus cámaras se habían esfumado en tan solo unos minutos y Kutna Hora estaba desierto.
Encontramos un restaurante abierto, el personal estaba más que serio, quizá por el control de una mujer más seria todavía. Lo bueno fue que no tuvimos que esperar por los enormes platos cuyo ingrediente principal fue el queso: pasta con salsa de cuatro quesos, queso de cabra con una dulcísima mermelada y unos rebozados rellenos de queso fundido que fui incapaz de terminar.
Caminamos dejando atrás la catedral de Santa Bárbara, ya entre mis favoritas, y volvimos sobre los pasos hechos esa mañana hasta llegar a la entrada de Kutna Hora. Allí con muchas menos visitas está la verdadera catedral, la Asunción Virgen María y San Juan Bautista, nada menos que el edificio catedralicio más antiguo de Europa Central.
La República Checa no dejaba de sorprendernos, tras visitar Praga nos apetecía conocer algo más que la famosísima capital. Elegimos Kutna Hora y Cesky Krumlov y parecía que habíamos acertado. Kutna nos había atraído por su osario pero el paseo de ese día nos demostró que tenía otros atractivos.
Cuando los monjes cistercienses se establecieron en esta zona se construyó el convento a principios del siglo XII y después la iglesia, fundada en 1280. Como tantas otra se quemó y el arquitecto checo Santini la convirtió en una catedral con mecla de elementos barrocos y góticos, conocida también como el Templo de la Luz. El antiguo convento es ahora la sede de Philip Morris y alberga el Museo del Tabaco, y con reserva previa pueden visitarse la capilla y el refectorio.
La entrada en la catedral es de pago. Una amable señora nos dio un folio con información en español, en el que pudimos leer que allí se encontraban las reliquias de San Félix, quien pasó de dormir en una tabla y viajar descalzo a descansar para siempre en Kutna Hora. (El Papa Benedicto XIV donó sus restos en 1742). Como entrante a nuestra visita al osario aquí también había cráneos, de monjes asesinados en el siglo XIV.
En seguida llamaron mi atención las increíbles figuras talladas que adornaban los confesionarios. El pelo, las arrugas de la ropa y las expresiones, sobre todo la de uno de ellos me enamoró. Por más que he buscado no he averiguado (aún) quién es el artista.
Nuestra visita terminaba en las alturas, subimos la preciosa escalera Santini para acceder al interior del tejado. Desde él podía verse la planta del templo religioso más grande del país, hasta que se construyó la catedral de San Vito de Praga.
El clima nos dio un respiro, había dejado de llover y nos sentamos en una terraza a tomar un café. Quedaba algo más de una hora para que cerrase el osario de Sedlec y seguía habiendo tanta gente como de mañana. La capilla no es grande y hacer fotos resultó complicado. Además cada tanto sonaba una atronadora alarma porque alguien se había acercado demasiado a los huesos.
En la entrada fotografiamos la firma del creador de este tétrico osario, como no podía ser de otra manera hecha de huesos. Frantisek Rint fue el carpintero que la familia Scharzenberg contrató para redecorar el interior de la capilla y ocuparse de los huesos. Rint debía tener mucho tiempo libre e imaginación, porque en lugar de enterrarlos se dedicó a decorar la capilla a base de cráneos, fémures, clavículas, mandíbulas...Todo un muestrario de huesos humanos donde la protagonista de Bones sería feliz.
Se calcula que hay 40 mil huesos en este pequeño lugar. Desbordado por las muertes ocasionadas por la Peste Negra del siglo XIV, pero también por la fama que adquirió ser enterrado en Sedlec. En 1278 el abad del monasterio viajó a Jerusalén y de allí trajo tierra santa del monte Golgotha (donde se cree que crucificaron a Jesucristo), esparció esa tierra por el cementerio y las solicitudes para descansar eternamente en él se multiplicaron.
He leído que la lámpara de araña tiene al menos un hueso de cada hasta completar los 206 que tenemos, la verdad es que es bastante alucinante y no resulta feo. Rint trató los huesos con cal clorada para desinfectarlos y mantener el color blanco.
En el escudo de armas de la familia Schwarzenberg descubrimos un escalofriante detalle que habíamos visto en internet: el esqueleto de un pájaro picando el ojo de uno de los cráneos (se dice que de un turco).
Ahora es muy frecuentado por turistas y viajeros curiosos pero durante muchos años estuvo cerrado y mal cuidado. En los años noventa el osario se abrió al turismo y se ha convertido en un atractivo fundamental para visitar Kutna Hora.
Como es habitual en mí me agobié con tanta gente y salí fuera mientras Raúl se quedaba haciendo fotos. En la parte trasera de la capilla estaba el cementerio de Todos los Santos. Paseé entre sus tumbas encontrando algunas curiosas, con muchos apellidos iguales y arrones con flores marchitas.
Volvíamos andando a la estación cuando otro chaparrón nos pilló en medio de una interminable calle. La suerte fue que llegamos y apenas tuvimos que esperar diez minutos por el tren que nos llevaría a Praga sin necesidad de hacer transbordo.
Ya en la capital, paramos en la tienda asiática de nuestro nuevo amigo, siempre sonriente el hombre, y preparamos la cena en el apartamento mientras planeábamos la siguiente jornada. Dejaríamos Praga para pasar una noche en Cesky Krumlov, lugar del que sólo había escuchado buenos comentarios y visto fotos de cuento.
16 Comments
Tengo que dedicarle más tiempo a Rep. Checa, tiene rincones espectaculares! Me quedé loco con Praga, pero sin duda hay que estar más tiempo y dedicarle más a todo el país!
Hola Luis!!
A mi Praga me agobió un poco por la cantidad de gente. Es un país al que yo también volvería por seguir descubriendo lugares como Kutna Hora.
Qué lugar más tétrico …. no conocía la existencia de Kutna Hora pero esto de los huesos tiene su punto… será el morbo?
En mi caso más que el morbo fue que me pareció súper curioso. De todas formas parece más tétrico en fotos que estando allí. Lo bueno fue que conocimos Kutna Hora que me parece una visita genial para escapar del agobio de gente de Praga 😉
Me ha encantado la entrada, yo estuve hace años en Kutna Hora y tu relato me ha recordado aquella visita. Llovía tanto… pero tanto… que vi la ciudad desde el coche (fuimos desde España hasta allí). Ahora me apetece volver porque a mi me encantan también estas historias de cementerios y huesos. Por cierto, ¡¡¡menuda lámpara!!! Y menuda comida a base de queso, me hubiera encantado!!
Un abrazo
En coche desde España…eso sí que eran grandes viajes 🙂
A mí el queso me encanta pero aquéllo era casi imposible de comer de lo que llenaba, aunqe sí te lo recomiendo cuando vuelvas a Kutna. Un abrazo guapa!
Me acuerdo cuando tuve la visita guiada al osario de huesos, creí que me iba a espantar, y luego cuando entramos con el grupo vi que no era para tanto, y el grupo de españoles comenzaron a bromear, diciendo que pasaron los aliens por alli, que locos
Con la cantidad de gente que hay siempre y lo pequeña que es la capilla a mí no me dio ninguna impresión la verdad… Un saludo Gloria.
la verdad es que el sitio impresiona, yo viendo las fotos no sé si me atrevería a caminar entre tanto hueso.
LO que sí que me ha convencido es el queso 😉 ….. Pero me he quedado a cuadros con la lluvia dentro del restaurante jejjeje
Creo que da más impresión verlo en fotos que en directo 😉 Sería distinto si la visita fuese de noche y en privado jajaja Lo del queso aún lo recuerdo hoy y ya han pasado unos añitos. Gracias a la lluvia del restaurante, cosas curiosas donde las haya, encontramos un lugar mejor para comer 🙂
Madre mía, qué entrada tan inquietante, tanto hueso, parece para la noche de Todos los Santos… El cementerio me ha parecido muy curioso (me encantan los cementerios…) me ha recordado a los que he visto en Rusia con la estrella roja 😉
Un abrazo de la cosmopolilla
Pues este sería un cementerio curioso para tu lista. El lugar es perrfecto para rodar una peli de terror 😉 Un abrazo de vuelta guapa!
Buenaaaaas,
A nosotros se nos quedó en el tintero. Es muy diferente a como imaginaba la capilla de los huesos.
En un par de restaurantes en los que estuvimos, los camareros también estaban serios llegamos a pensar que era una características del país.
Saludos viajeros
¿Y cómo la imaginabas Ismael?Yo había visto algunas fotos y creí que sería más grande…santa paciencia que tuvo el hombre para colocar tanto hueso 😉
El carácter por lo general sí que nos pareció bastante cerradillo…Un saludo!
Estooo… cómo que dentro del garito llovía?? Jarl?? Menudo viaje, entre eso y el exquisito gusto ornamental del sr. Rint… sin hablar de la tumba con el volante… jajajajaja, no tuvistéis apariciones nocturnas también? Tremendo lugar. Por supuesto, dan ganas de ir!
Jajaja pues tal cual, había un agujero en el techo y llovía…Lo mejor es que no se les veía preocupado :/ Visto así en conjunto sí que fue un día curioso pero la noche fue tranquila y resultó de las mejores visitas del viaje. ¡Un abrazo!