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Nos íbamos a Oradea esa mañana, así que bajamos a darnos un baño a la piscina y a desayunar al sol. Era nuestro segundo día en Rumanía y nos lo tomamos con calma, con ganas de disfrutar de un país muy desconocido para nosotros.
La situación en aquél hotel de Arad, era la misma que la mañana anterior: personal en pijama y televisión a todo volumen durante el desayuno. Terminamos el café y ya con las mochilas, le dijimos a la recepcionista que queríamos pagar. Al momento eran tres en aquel espacio, calculadora en mano la que parecía la dueña/jefa se puso a hacer mil números en la que iba a ser la cuenta más discutida de todos mis viajes.
Su idea era cobrarnos una tarifa extra por haber estado en la habitación de lujo, superior o no sé cómo la llamó. Error por su parte: nadie nos la había ofrecido y mi reserva era de una doble normal y corriente. Y no sé a que estaría acostumbrada pero le pareció fatal que le llevase la contraria.
Lo mejor estaba por llegar cuando veo que nos cobra los cafés del desayuno a precio de oro. Su justificación era que en estaban incluidos el pan y la mantequilla, pero no el café...Me dio la risa cuando a semejante argumento añadió que ella había viajado mucho, a Marbella, y que allí era igual.
Salí de la pensiunea pensando que el excesivo uso de laca había afectado de alguna manera a aquella mujer. Con tanto rollo habíamos perdido el tren que teníamos previsto, menos mal que para Oradea había bastante frecuencia. Tras recorrer el Boulevard Revolution llegamos a la estación,el calor era horrible y teníamos tiempo, así que nos fuimos a un bar a tomar algo y aprovechar el wifi para buscar alojamiento en el siguiente destino.
Nos esperaban dos horas en tren, pero el viaje fue de lo más agradable. Los vagones iban casi vacíos y no me aburrí nada entre fotos y girasoles.
La ciudad de Oradea, en el condado de Bihor, está dividida por el río Crisul y perteneció a Hungría hasta 1919. Tomamos la Piata Unirii como referencia para movernos, bueno más bien el ayuntamiento y su torre de cincuenta metros.
En esta plaza puede cogerse el tranvía para ir a la estación de tren y visitar el Palatul Vulturul Negru (Palacio del Águila Negra). Este edificio de principios del XX es obra de arquitectos húngaros y ha sido reconvertido en un centro comercial con bares, tiendas, un hotel y un cine.
Oradea está situada al oeste del país. Cercana a la frontera con Hungría, la ruta hacia Budapest ha supuesto un buen motor para la economía de la ciudad. Oradea es conocida por sus fábricas textiles y de calzado. Siendo en los últimos años muy frecuentada por Erasmus y por los amantes del barroco. Una ciudad tranquila, de paso para quiénes visitan la cercana y turística Baile Felix.
El hotel estaba en una zona algo alejada del centro pero lo habíamos escogido porque tenía piscina. Nos costó bastante encontrarlo, está situado en una zona residencial y no había mucha gente a la que preguntar.
Un curioso personaje, flaco y con un humor que solo entendía él nos recibió con una gran sonrisa. Su pijama blanco de médico y los libros de ginecologia en la mesa que hacía de recepción lo hacían algo siniestro. Nos dio la llave y cansados de tanta vuelta decidimos quedarnos el resto de la tarde y aprovechar para darnos un baño ante la atenta y curiosa mirada del dueño del hotel.
Miércoles 7 de Agosto 2013.
Paseando por Oradea es fácil reconocer su pasado como parte del imperio austro-húngaro. En esta pequeña ciudad se halla la catedral barroca más grande de Rumanía y la famosa Biserica cu Luna. Esta iglesia del siglo XVIII es muy conocida por su reloj que marca las fases de la luna.
La parte más animada de la ciudad es la calle peatonal Republicii, con muchas terrazas, tiendas y sitios para comer. Nos tomamos el día con mucha calma, caminamos junto al río,callejeamos y nos enteramos tras una animada con unos jóvenes rumanos que muchos sabían español gracias a las telenovelas.
Otro de los lugares más fotografiados es el Teatrul de Stat (Teatro de Estado). Al lado de la peatonal, en la Piata Regele Fedinand, está el edificio neoclásico, obra de los mismos arquitectos austriacos que hicieron la Ópera de Viena (Fellner y Hellmer).
Al atardecer volvimos a nuestra pensiunea Eclipse, creo que le pusieron el nombre después de quedarse ciegos con el color de las paredes. La piscina volvía a estar vacía y el wifi funcionaba perfectamente para poder leer algunas recomendaciones de nuestra próxima visita. Con unos bocadillos de la rica panadería vecina al hotel decidimos dar por terminado el día.
Dejábamos Oradea, una ciudad de paso para quienes visitan Baile Felix (lugar que conoceríamos días después y que resultó de lo peor del viaje) para recorrer unos ciento cincuenta kilómetros hasta nuestro siguiente destino. Pasaríamos un par de noches en Cluj-Napoca, la segunda ciudad más importante de Rumanía, en la que casi incendiamos el hotel, pero esa, es otra historia.
14 Comments
No me imaginaba una ciudad así en Rumania. La verdad es que las otras q he visto en tu blog me resultan más atractivas… pero hay que dar una oportunidad a cada lugar
Hola guapa,
Nosotros la elegimos para conocer esos lugares menos turísticos y alejados de la Dracumanía 😉 Ya has comprobado que Rumanía tiene lugares mucho más atractivos. ¡Un abrazo!
Oradea ha sido todo un descubrimiento para mí, así que gracias por presentármela. Y me alegra saber que después de ese mal comienzo en el primer alojamiento, el resto del viaje, o al menos el resto de la jornada, fue mucho mejor. Saludos viajeros!!!
¡Hola Mauxi!
Afortunadamente sí fue mejor el resto del viaje 🙂 Oradea resultó ser una bonita ciudad, pero salvo que te pille de paso no es imprescindible en el país. ¡Un abrazo!
Tiene muy buena pinta, mi madre este verano va a estar por Rumania, por lo que he visto le va a gustar
Hola Belén,
¿Y cómo fue el viaje de tu madre? ¿Le gustó el país? A nosotros la verdad es que no nos importaría volver.
Un saludo.
Tengo muchas ganas de ir a Rumanía. Ya veo que no es sólo Bram Stoker y que hay muchísimo más que visitar en este pais!
Me lo apunto!
Sí Saltando!!! Es mucho más que Drácula 🙂
Tiene muchos lugares por descubrir y no hay demasiados turistas,fuimos en pleno agosto y salvo en Bran en el resto de sitios perfecto!!
Un saludo 😉
Tomo nota,tiene muy buena pinta, jejejeje muy gracioso lo de la piscina 😉
Gracias!
De vez en cuando viene bien un poco de relax y en Rumanía con el calor que hace se agradece mucho 🙂
Un saludo!!
¡Qué buena pinta tiene Oradea! Y esa hamaca con piscina aún más jajaja ¡si parece que estás en Jamaica! Si te digo la verdad es la primera vez que oigo hablar de este lugar, Rumanía aún lo tengo pendiente pero en mi mente siempre aparecen los Cárpatos y Transilvania, qué daño nos ha hecho Hollywood jejeje un abrazo de la cosmopolilla.
Oradea es muy tranquilo,un buen sitio para empezar el recorrido o descansar antes de volver 😉
Ya verás,cuando vayas que conocerás mucho más que Transilvania!!!
Un abrazo grande viajera 🙂
Nunca había oído hablar de esta ciudad, pero parece un bonito lugar. Por lo que he leído, creo que tienen unas cuantas aventuras que contar sobre sus hoteles jaja
Hola María,
Oradea es un lugar poco conocido y tranquilo,medio día de visita es más que suficiente 😉
La verdad es que estoy pensando en escribir un post sobre las aventuras,y desventuras,en los hoteles …jajaja
Un saludo y gracias por la visita!