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Nantes, una ciudad reconciliada con su pasado.

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Subí las escaleras con prisa. Quería salir de allí y notar el sol: su luz y el calor de aquél agosto. El río Loira me dio esa sensación de libertad que necesitaba, la amplitud de un horizonte que no quería dejar de ver.

 

 
 

La visita me había dolido más de lo que esperaba. No es cierto que el tiempo cure las heridas. Al menos no todas. Siglos habían pasado y a mí leer aquéllos testimonios me seguía encogiendo el estómago. Mis puños se cerraban con igual fuerza cuando pasaba por Île de Feydeau, con todos sus edificios lujosos construidos por ricos armadores.

Gracias al Loira, Nantes se había convertido en el puerto número uno de Francia en el siglo XVII. Igual que Liverpool en Inglaterra o A Coruña en España, fueron ciudades portuarias que crecieron mucho más que sus vecinas gracias al comercio internacional con el nuevo continente. Los navíos zarpaban repletos de telas y armas, para volver de América con tabaco, café o metales preciosos.

Pero estas travesías eran triangulares. Entre una y otra transacción, los europeos se detenían en las costas africanas. Era entonces cuando las bodegas de los barcos se llenaban de personas, hombre, mujeres y niños arrancados de sus casas para ser encerrados durante meses y ser luego vendidos como esclavos para los colonos de América.

 

 

 

 

La Historia del Memorial.
*En 1985 se celebra en Nantes una conferencia internacional sobre la trata de personas.
*Una exposición temporal en Nantes sobre la explotación mostró el interés sobre el tema con más de 400.000 visitantes en 1992.
*En 1998 se conmemoran los 150 años de la abolición de la esclavitud con una fiesta organizada por once asociaciones de la ciudad. Se coloca una escultura de un esclavo rompiendo sus cadenas que fue mutilada apenas unas horas después.
*En 2002 se adjudica el proyecto al artista polaco Krzysztof Wodicko muy ligado a derechos humanos y temas sociales. Transformó un parking en un espacio merecedor de varios premios internacionales.
*Diez años, en 2012, después se inaugura el Memorial sobre la Abolición de la Esclavitud.

 

 

Conocidos como barcos negreros, sus nombres pude leerlos de camino al Memorial. Todos muy bucólicos y amables: La Unidad, El Sol, Aurora o La Sirena. Nada que ver con las atrocidades que se cometían en ellos una vez abandonaban los puertos de Camerún, Senegal o Nigeria.

Por todo el quai de la Fosse están las 1710 placas cubiertas de vidrio con el nombre y la fecha de expedición de los navíos negreros nanteses. En otras 290 hay escritas cuentas, puertos de escala o de venta en África o las Antillas. El conjunto salpica el paseo de un kilómetro y medio que separa el puerto del Castillo de los Duques de Bretaña. En éste se encuentra el Museo del Genocidio y Oro Negro, con telas, figuras, documentos, grilletes o maquetas de las plantaciones en las que los africanos eran obligados a trabajar.

 


 

El tráfico humano en números.
*En 1763 sólo existían 10 barcos con capacidad de carga de 200 toneladas. Menos de veinte años después el número de navíos superaba los doscientos.
*1714 expediciones negreras partieron de Nantes. Más del 40% de la totalidad de Francia.
*600.000 personas se calcula que fueron llevadas a América en barcos nanteses.
*55 millones de víctimas en cuatro siglos de esta práctica llevada a cabo por europeos.

 

 

Mientras leía, escuchaba el rumor del agua golpeando contra el hormigón. Parecía un barco. Resultaba relajante unido a la voz que recitaba poemas, testimonios, partes de canciones o frases conocidas como la de Martin Luther King. I Have a Dream también estaba escrita en el larguísimo panel de vidrio que es la pieza central del memorial.

Nada comparable el apacible Loira con las altas aguas del frío Atlántico, nada comparable a los gritos y humillaciones en idiomas extraños que aquellos hombres sufrieron en los navíos franceses.

Días antes de llegar al destino americano, la alimentación se mejoraba dentro de lo insignificante, las violaciones se espaciaban y se les permitía subir a cubierta. Se les obligaba a bailar y cantar para mantenerse activos y recuperar el aspecto saludable, todo influía en el precio una vez en tierra.

 


 

Mareado con mis propios pensamientos llegué a un muro de cemento en el que la palabra Libertad se repetía en los idiomas de los países en los que se sufrió la trata de personas. Y allí estaba, Fräiheet, la palabra que siempre se repetía en nuestras celebraciones.

Me chocó verla, nunca la había usado fuera del ámbito familiar, era como el comodín para terminar cualquier charla en casa. Recuerdo usarla de pequeño por repetición, sin saber realmente qué significaba, pero mi abuelo nunca olvidaba murmurarla en la mínima ocasión. Ya fuese cuando nos íbamos a dormir o cuando empezamos a viajar y tardábamos en volver.

Creo que era su manera de no olvidar su pasado, rodeado de blancos, ajeno la mayoría de las veces a los problemas de sus vecinos, sin entender cómo volvían a suceder algunas cosas. Nunca permitáis que os roben vuestra fräihett, fueron de hecho las palabras que nos dedicó antes de morir.

 

 
 

 

Ya en el exterior comprobé la cartera. Había subido las escaleras tan rápido que por un momento pensé que quizá me había caído. Esa semana ya me habían parado dos veces para pedirme la documentación y no quería problemas. Mi viaje tenía que seguir los pasos de ese antepasado que nunca conocí pero del que cada vez estaba un poquito más cerca.

Antes pasaría por el cementerio a contárselo a mi abuelo, seguro que se alegraría de que se hubiese construido ese Memorial. Era una forma de disculparse quizá, una forma de aceptar un pasado difícil de asumir y que se había convertido en un referente mundial que ojalá otras ciudades se animasen a imitar.

 
 

MÉMORIAL de L'ABOLITION de L'ESCLAVAGE.
Dirección: Quai de la Fosse, Passerelle Victor-Schoelcher. Nantes.
Horario: Todos los días de 9 a 18 horas.
Entrada: Gratuita.
Más información: Os dejo la página web del Memorial, tienen una agenda llena de conferencias, talleres y noticias.

 
 

BIBLIOGRAFÍA.

FOGEL, MICHÈLE "El Siglo de las Luces I".

Web Arquitectura Arqa.

Artículos de prensa: Diario Clarín, New York Times,Presse Ocèan, El País...

 

12 Comments

  1. El año pasado nos quedamos sin visitar Nantes durante nuestro viaje por la Bretaña Francesa porque Vueling adelantó nuestro vuelo de vuelta a casa… ☹️ Nos dio muchísima pena, porque teníamos muchas ganas de visitar Nantes.

    Aunque a decir verdad, desconocíamos este pasado tan oscuro de la ciudad y la existencia de este memorial… Un lugar al que iremos seguro cuando viajemos (¡por fin!) a Nantes, ya que nos parece fundamental visitar este tipo de museos para recordar los errores del pasado y no volver repetirlos.

    Saludos.

  2. Ruben dice:

    Hasta hoy, sólo asociaba Nantes a la figura de Julio Verne y después de este post (que es perfecto) me quedo con un mal sabor de boca de que haya existido siempre tanta maldad entre seres humanos, me horroriza. Vayas donde vayas, siempre existen memoriales que recuerdan las maldades hechas, ojalá aprendamos de nuestro pasado y de nuestro presente para cambiar el futuro. Un abrazo

    • Maruxaina Bóveda dice:

      Hola Rubén,
      Como dices, Nantes es conocida por Verne y poco más. Yo tampoco conocía la historia hasta que visitamos el memorial. Como bien dices, ojalá este tipo de lugares sirvan para no caer en los mismos errores que en el pasado.
      Un saludo.

  3. Luz E. dice:

    Al saber que habías visitado el Memorial de la Abolición de la Esclavitud sabía que ibas a escribir algo así… Lo que no intuía era el motivo, tan puro y motivador. Seguir los pasos de tu antepasado… Aunque a veces los recuerdos duelan. He disfrutado mucho leyendo tu relato. Espero que tu viaje te acercara a lo que buscabas… Un abrazo. Luz

  4. Javi Godinez dice:

    Muy interesante. La verdad es que desconocía este pasado de Nantes, pero me alegra mucho ver como lo han reconocido como parte de su historia. Creo que esto es algo fundamental para recordar los errores del pasado y no repetirlos, así como hacernos ver que vivimos en un tiempo privilegiado en muchos aspectos.

    Aunque me resulta duro, me atrae bastante visitar lugares en los que se te quita la respiración, para ver las cosas con más perspectiva. Así que Nantes ya está en mi lista de pendientes 😉

  5. Debe de ser muy duro reconocer los errores del pasado y encima, construir un memorial que deja al descubierto estos secretos oscuros. Debe de ser doloroso, pero al mismo tiempo, necesario. Así no se olvida.

    Escalofriante la parte donde cuentas que los obligaban a “vivir felices” un día antes de llegar al destino para subirse el precio.

    Por cierto, ¿Sabes si solo vendían esclavos en las Américas o también pasaban por África antes de volver a Francia y traían hombres y mujeres a Nantes también?

  6. Kris dice:

    Jamás hubiera pensado que Nantes estuviera tan ligada a la esclavitud, uno de tantos horrores ligados a la historia de la humanidad. Cuando se viaja no todo es color de rosa, basta escarbar un poquito en algunos lugares para descubrir un pasado no siempre amable. Me has descubierto un poquito más de esta ciudad francesa que seguramente visite este año. Un abrazo.

  7. alvientooo dice:

    Deseando conocer Nantes y sin duda la visita al museo será una parte del viaje, aunque reconozco que con este pasado tan horrible al igual que a ti me quedará el cuerpo un poco mal un par de días, que me conozco. Me ha encantado como lo cuentas y sin duda un pasado horrible. Gracias

  8. Hay historias que deben ser contadas así de bien. Nantes es una ciudad con mucho pasado pero todo apunta a que también con mucho futuro. Saludos

    • Maruxaina Bóveda dice:

      Hola Eva,
      Muchas gracias por tu lectura. Como bien dices, a pesar de su pasado, me parece una ciudad con un futuro muy interesante. Con muchas actividades culturales y educativas, además de ser bien bonita para visitarla con calma.
      Un abrazo.

  9. Fijaté que he estado en Nantes y no tenía ni idea de este memorial tan triste, pero tan necesario. Me ha encantado tu relato Maruxaina, como siempre trasladas al lector a los tiempos que relatas de una manera magistral. No se si volveré algún día a Nantes, es posible porque me encantó, si lo hago algún día no dudaré ni un momento en visitar el memorial. Un beso

  10. GranPumuki dice:

    Impresionante tu relato y la historia que refrescas. Has conseguido que me traslade a esos momentos de la esclavitud. Es inconcebible para mi, pero sigue existiendo en nuestros días.

    No lo puedo entender
    GranPumuki

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